No, no estoy listo.

Mañana se términan mis vacaciones y regreso a la escuela, pero eso nunca ha sido un problema, al contrario después de un tiempo en el que descansas de todo y todos, es ameno volver a ver a tus compañeros, ver que se han relajado viejas tensiones, platicar de cuantas veces te pusiste pedo, con cuantas vagabundas te acostaste, a cuantos antros-bares de mala muerte fuiste, cuantos cholos madreaste y cuantos te madrearon, que hiciste en tus vacaciones, si fuiste el galán del balneario, si te quedaste en tu casa a escribir un diario con tus sentimientos, etc, etc.

Esto también implica la carrilla que todos hemos acumulado dos semanas y que inevitablemente todos sufriremos, el cumplir el "ahora si le voy a hechar huevos para salvar la materia" que en último parcial gritan a los cuatro vientos muchos de nosotros, las largas horas sin clases y sin hacer nada, etc, etc.

Pero también en nuestro caso, por ser los dos últimos meses de clases (y de preparatoria, porque es -fue- nuestro último año), se vienen también las inevitables verdaderas personalidades, un desmadre acumulado de tres años y una especie de anarquía ya que corrieron a Juan por acosar a una alumna sexualmente, era el castrosisimo cuidapatios que nos reportaba, no nos dejaba entrar por las mañanas y que citaba a nuestros padres por cualquier estupidez. Justicia Divina(?)

No sé cómo pasaré estos últimos días, si los voy a disfrutar, si los voy a recordar con cierto resentimiento, si alguien me dirá hasta de lo que me voy a morir ó si yo le diré a alguien diez buenas razones por las que no lo debieron haber parido, no sé.

Lo único de lo que estoy seguro es que no estoy listo aún. Sin embargo nunca lo estoy para nada, ja!