viernes, 1 de enero de 2010

Se acabo el round, me golpearon, pero tengo ganas de levantarme y pelear.

(para empezar a leer, denle play y escuchen la rola, es apropiadisima)



Se ha terminado un round más, empieza hoy uno nuevo. Me estoy tomando esto como una lucha personal, mi propia pelea. Ya me molieron a puñetazos. Pero resisto. Como en toda lucha, hay dos posibilidades: victoria ó derrota. Positivo ó negativo. Dos polos opuestos en un mismo ring. Y es que en todo combate hay momentos de flaqueza en los que el púgil no está seguro de superarse a sí mismo. A veces tiene que rendirse a la evidencia. Ay, el amor...



A mi de pequeño me enseñaron que la muerte, el dolor eran algo detestable que había que temer, que son momentos dramáticos...y yo estoy absolutamente en contra de esa idea, de esas enseñanzas que nos tratan de inculcar de pequeños. Eso solo consigue que vivamos inmersos en cultos de dolor. Para mi el dolor es parte natural del ser humano y debería ser aceptado e incluso aprovechado.

No creemos que la seriedad sea algo propio de adultos, precisamente la adolescencia es lo más serio que hay, porque en esa época te planteas muchas cosas y le das veinte mil vueltas a la cabeza... y me parece fantástico. de mayor ya piensas que lo sabes todo y vas metiendo la pata cada día.

Evolución, movimiento, cambio ... despertar, crear, renacer ... aceptación, desprendimiento, libertad ... el Mundo, aunque no nos lo parezca (las apariencias engañan), despierta lenta pero ansiosamente mirando hacia un horizonte que siempre ha estado ahí, pero que apenas comienza a llamarnos la atención. Nos toca internamente, a unos más, a unos menos; pero, cierto es, a todos nos cosquillea el espíritu e invita a conocernos mejor de fuera hacia adentro, y de dentro hacia afuera: allí dónde todos pertenecemos. En el lugar, éste mismo, dónde todos somos individuos que forman uno sólo, uno que nos hace únicos y hermanos, en relación con el sagrado círculo de la vida. En su interior, todos estamos en relación con los demás y nuestro entorno...

Tantos caminos que conducen al mismo lugar, tantas maneras de expresar lo mismo, tantas palabras de verdad y amor, tantas miradas enfocadas al mismo punto; pero nadie puede elegir por el de al lado. Será nuestra luz interior quién tenga la última palabra. Comenzar a escucharnos a nosotros mismos, es un buen punto de partida. Hay tanto bueno en el mundo, para todos, en todos lados... Agradeciendo y respetando, sin pasar por encima de nadie, (pues en el círculo sagrado de la vida nadie está encima, ni abajo, ni delante, ni atrás), todas las líneas en el círculo se cruzan, incluso más de una vez, tejiendo el bello sueño que es nuestra propia vida ...

Hay un aire decadente, casi como prohibido.

"El flamenco, pese a los miles de kilómetros que vuela, es capaz de mantenerse en pie con una sola pata"

En ésta primera entrada del round, sepan que se les desea que les valla como debe de irles.

Y ya, me voy a Guadalajara. Luego escribo las pendejadas que hice.

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