Cuando te veo, se me van las ganas de ser yo.

Por primera vez en muchisimo tiempo, me esta comiendo la rutina, los horarios, las reglas. Esto no lo note, hasta que me lo hicieron cruelmente notar, pero una rutina que me sorprende; y es la de sentarme en cualquier sitio y esperarte. ¿porque? con seguridad puedo responde que no lo se.

Lo gracioso, es que sin que yo te llame o halla un acuerdo, llegas. Y me llevas. Y me chingo y voy. Entonces, es en ese momento cuando; sentados, parados o acostados me miras y yo te miro y es ahí, justo en ese intervalo de tiempo, cuando se me van las ganas de ser yo. Y con esto no me refiero a desear ser alguien mas, no. Me dan ganas de dejar a un lado todo lo que he aprendido, mi código de vida, lo que me a costado sangre, sudor y lágrimas formar toda mi vida, mi yo. Entonces, regresando a lo de las miradas; cuando te veo, sencillamente me dan ganas de olvidar todo lo aprendido, dejar de ser yo, librarme de mi por un par de horas. Es pereza mental lo tuyo si no deduces lo que quiero decir.

Entonces es ahí, cuando abro mis ojos y me incorporo al mundo (con temor a escucharme como ejercicio mental barato), estoy acostado en mi cama y veo algo a mi izquierda que me asusta. Con mucho trabajo me pongo de pie y en cuanto pense en todo lo anterior, pude ver desde donde me encontraba que aun seguia en la cama.

Sniff.