Como hoy, que fuí al zotano con unos amigos para embriagarme y jugar billar un rato. Cuando nos juntamos todos, decidimos hacerle su día de los inocentes a Abraham;
Ángel: -Abraham, ¿sabes algo de Zay? Es que quedo de llegar desde las 4 pero no ha llegado y su celular no lo contesta.
Abraham: -No mames, deja ver si la localizo en un rato te marco.
Zay y yo (con pose y el mechón de cabello en el rostro digno para una portada de revista "Tú".
Y de rato Zay prende su celular y entra una llamada de Abraham. Aquí intervine yo;
Yo: -¿bueno?
Abraham: -¿bueno?
Yo: -¡YA NO TE VOY A DAR TU PINCHE CELULAR!
Y de rato:
Abraham: -No mames, creo que la asaltaron.
Ángel(aguantandose la risa): -No mames, ¿porque?
Abraham: -Es que le marque a su celular y me contesto una voz muy varonil diciendome que ya no me iban a dar el celular.
Ángel: -Sabes que, lanzate para acá, aquí vemos que pedo, qué hacemos.
Abraham: -Va.
Como a la media hora suena mi celular:
Abraham: -¿Jony? wee ¿siguen ahí?
Yo: -Si, ¿que onda ya vienes?
Abraham: -Si, en 3 minutos estoy ahí
Yo: -Va, aquí te esperamos
Y en cuanto entra, lo recibe Zay. Y después de llorar, le dijimos que era una broma en compensación de todas las que nos había hecho, como la vez que me habla por teléfono y me dice -Voy en un carro rojo, quedate en la esquina, ahorita paso por ti- y cuando me iba a subir a un clío rojo, pasa Daniel en su coche blanco, salvándome de una segura explotación en la industria de los vídeos pornográficos. También al principio del cuatrimestre, al momento de que nos revisaban las mochilas de salida en la universidad, al cabrón se le ocurre decir -trae droga- puta, no me dejaron ir hasta esculcarme los calcetines. Ó la vez que le dijo a Zay que había chocado y que estaba con las tripas afuera y con su rodilla alrevez y Zay sale toda asustada para verlo en el estacionamiento cagado de risa. Enserio, para mí, que soy un poquitín castroso fue satisfactorio verlo así.
Abraham y yo con unas chelas encima y ya sin el color palido que tenía.
Demonios, se nota mucho la punta de flecha incrustrada en mi frente de mi pelea con el vago que estaba afuera del lugar.
De rato se fueron todos, y solo quedamos MJ, Ángel y yo, de rato llego la flaca. Seguímos bebiendo, cantando, agitando melenas y en un fuerte debate sobre las pichis viejas, que si mitad corazón mitad cabeza, de las karmicas patadas en el culo, sobre cambiar a las personas y al mundo y la flaca que impuso su punto de vista sobre las personas ideales y que valen la pena. Enserio, aunque fue platica de borrachos, juro que si se me quedaron muchas cosas.
Yo y Mj
2 comentarios:
nunca se esta completamente castrado sentimentalmente
a veces se desearía...nada como una buena peda para arreglarlo
suerte
No lo arregla, solo lo empeora.
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