miércoles, 15 de julio de 2009

No puedo demostrar otro sentimiento

que no sea el de agotamiento.

En estos momentos estoy sentado en mi cama, la luz ésta apagada, todos en mi casa ya duermen pero yo no puedo. Tengo la lap en las piernas. Hoy tuve una plática muy debeladora con Salomé. Desde entonces, no levanto la cabeza. Estoy de mal humor, la madrugada me hace delirar, me siento entristecido y comienzo a reproducir en mi cabeza cortometrajes. No soy feliz. Me siento como cabeza de playa. Emprendería algo nuevo; si lo hiciera (que no lo creo), al menos sería lo que me mantuviera de pie.

En estos momentos me pregunto ¿Qué será de mí? ¿Qué es lo que quiero en mi vida?, hace rato pensé en descansar y dejarme llevar, pero es demasiado común. No puedo vivir en el presente sin imaginarme el futuro, al pensar en eso recuerdo que a la otra parte no le importa en lo más mínimo hablar de eso. Huye.

Estos días se me hacen un poco cuesta arriba, ya no veo el horizonte nada claro.

Tengo miedo, soy un cobarde. Algunos sueños coinciden con algunas pesadillas.

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