sábado, 29 de noviembre de 2008

Requiem æternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis.

Pues hoy, estoy de luto.
Mataron al que fuera mi amigo desde aproximadamente los 3 ó 4 años, E. No puedo decir que fue una injusticia ó que no se lo merecía, por que en primera no soy nadie para juzgar eso y no sé si es verdad.


Lo cierto es que él estava ya muy metido en acciones deshonestas, inclusive, el siempre se jactaba y me decía siempre: -"mira, a pesar de qué he hecho cosas malas, nunca he pisado una cárcel". Yo creo, que hubiera preferido pisar la cárcel que lo que le ocurrió, pero cómo alguna vez lo escribí en lo del efecto mariposa, aquí el hubiera no existe.


Esto ocurrió a la 1am del viernes de ayer, yo todavía lo el miércoles, yo fuí con Orta por unas cosas y de regreso fuimos con él para que le arreglara las bocinas de su camioneta, le dijo algunas cosas y Orta se fue, yo me quede con él platicando como una hora y media afuera de mi casa.


Platicamos sobre cuando estábamos chicos, sobre la mayoría de los desmadres que hicimos, sobre eventos recientes en nuestras vidas y después de un rato, sonó su nextel y se tuvo que ir, sólo me dijo que me veía al rato. ¿cómo iba yo a saber que sería la última vez qué estrecharíamos las manos? y lo peor, es que esa despedida es la que se queda en uno para siempre, cómo último recuerdo.

Hace mucho, él tuvo un accidente automovilistico por venir manejando tomado, creo qué él no morir, fue la segunda oportunidad que se le dio, oportunidad qué en un principio pareció apreciar, leyendo la biblia, siendo más religioso y todo eso que sé hace cúando tienes un susto de muerte, hasta que desaparecieron sus problemas personales y legales y todo volvió a la normalidad para él, es más, volviéndose peor. No supo valorar esa segunda oportunidad.

Después de haber estado desaparecido más de un día, hoy a las 3am sonó el timbre de mi casa, con un extraño que dio la noticia. Mi mamá, fue a mi cuarto, me levanto y me dijo: -Mataron a E. No le respondí, yo por alguna extraña razón ya me lo imaginaba, sólo me acomode de lado e intente volver a dormir, cosa que no conseguí.

Ahorita, estoy esperando a mi papá para irnos al velatorio y mañana supongo que iremos al entierro. No sé cómo me voy a enfrentar a esa escena, de mi caminando hacía el ataúd para verlo por última vez. Supongo que no será muy difícil.

Y pues ya, espero que estés donde estés y seas lo qué seas, estés bien y sigas así. Que yo, aquí probablemente haga un ayuno por tú alma.

Adiós, espero que descanses en paz.

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