Mi huracán errante.

Hubo un día que conocí a la persona mas inexpresiba y a la vez sarcástica, con su cara blanca y esas mejillas "rosas", ojos claros, cabello acomodado de cierta manera sin importancia y de color castaño con esos reflejos wueros, pero no me llamo tanto la atención como creyó el que me lo presentó, se me hizo indiferente...

Pasaban los días y el presentador (osea su amigo) siempre me chingaba que el era para mí, yo no comprendía ¿porque? Hasta que su amigo me lo explicó bien, porque el era raro, sarcástico, culto, y de cierta manera escuchaba la música satánica que me criticaban.

-mmm bueno, ok- le dije -lo conoceré a fondo aunque no sea mi tipo- (ja!! cuando yo soy así)

Lo empecé a conocer y a decir verdad me esquivó con sarcasmos y aires de inteligencia, pero no adivinó que yo era igual, así que hice lo mismo y se volvió de cierta manera en guerra pero con un toque de chispa.

Y al final, se volvió mi amigo, y mmm bueno hasta amante... Fue un 14 de febrero, cuando me acompaño al convivio de mi escuela (caía en sábado), cuando estabamos hastiados y aburridos del festejo, osea hasta la chingada de todo ese festejo falso y consumista, y nos sentamos solos en un lugar, fue en ese inter que nuestras miradas se clavaron y empezamos a divagar callados como un minuto, hasta que se dió un beso (fue de piquito como se diría coloquialmente) pero sentí tanto nerviosismo en mi estómago, fue increíble y de allí me pesco el ingrato.

Pero yo en ese momento tenía pareja (ohh demonios) más sin embargo a él le valió madres a pesar de que conocía a mi pareja, seguía invitándome a salir y a ir por mi a la escuela.

Hasta que un día, mi pareja se fue dejandome ahí como idiota y voltee y ahí estaba mi huracán, sonriéndome y diciendome cosas y que el pendejo que me dejara, así se quedaría: como pendejo. Fue ese día que me di cuenta que quería intentarlo, quería saber más de él y no a medias, lo quería para mí.

Me dejó en casa esa noche y antes de llegar me dió un gran beso que me derritió el alma. Y así empezó todo, conozco sus actitudes, su cariño, sus temores, fracasos, fobias hasta su talón de Aquiles. Se porque se dice "Huracán Errante" es una convinación con un juego de palabras de su libro favorito, pero poniéndome a pensar ese título le queda excelente, porque es un huracán, tiene tantas cosas encima; se las lleva con su fuerza y no las devuelve, y errante porque se la pasa divagando por esas cosas llevadas, a veces se equivoca hasta con el mismo.

Debo aceptarlo y lo amo tal y como es, inteligente, errado (ja!!), sarcástico, con un oído extraordinario, tierno y amoroso (nada más conmigo ¡¡obvio!!) Tiene tantos defectos y virtudes que son exquisitos y difíciles de encontrar.

Te amo mucho mi huracán y no encontré mejor espécimen que tú...

-Salomé-

No, aún no tengo ninguna especie de disminución en mi producción de testosterona como para darle la contrseña de mi blog ó crearle un perfil para escribir aquí a Salomé como algunos hombres de caracter débil lo han hecho. Sencillamente por alguna extraña razón, ella quería publicar lo anterior, quizás -quizás- más adelante publiqué un par de cosas de su autoría.

Cuando leí lo de arriba inevitablemente me sacó una sonrisa, hace tiempo que no me sentía así de cursi y feliz, ugh...

Buen inicio de semana.