jueves, 22 de septiembre de 2011

Odio a los cholos, los odio tanto.

Ayer fui a una fiesta por el natalicio de una de mis compañeras de clase. Fue casi todo mi salón y pues borrachos ya conocidos de toda la uni. De mi clan solo iba Chucho (el de la casa), Ulises y yo, porque el resto del clan (Charly, Toño y Candido) no tenían muchas ganas. Yo tampoco tenía muchas ganas y justo cuando le iba a decir a Chucho que no iba a ir se me acerca la compañera que me gusta desde el semestre pasado y me dice: -¿vamos?- Puta madre, ¿Qué podía contestar? -¡Claro! ¿porque no? ¡vamos!-

Toda la fiesta estuvo bien. Salvo la música y el licor barato... pero ¡somos hombres chingao! y hasta nos hechamos uno puro, sin joterías de refresquito ni limón, ¡Como hombres! donde evidentemente yo gané por ser ¡más hombre! por cierto, ignoren el sonido de quinceañera asustada que hago después de que me terminé el trago. El licor quemaba mi garganta.



Eso si, la cara de Chucho (el de la derecha) no tiene madre.

Yo como soy políticamente correcto, no hice barbaridades ni nada por el estilo como andar zandungeando ni perreando ni nada, yo a lo que iba a beber y a conquistar a Sandra... ok, quizás un poquito más a beber. A la mitad de todo, se me perdió Ulises y me quede freseando por ahí, en eso Sandra va por mi, me toma de la mano y me jala hacía la cocina, yo, evidentemente no puse resistencia alguna jaja, pero no, no se adelanten a pensar mal, fue a enseñarme donde estaba Ulises, y estaba en el cuarto de junto con Alejandra, la que lo mando al carajo a pesar de haberle llevado al trío luz de luna a tocarle una canción. Y ahí me quede con ella, esperándolos  porque pues Ulises es mi amigo y Alejandra de ella.

Entonces me quede solo con Sandra, al pasar los minutos, todo iba tomando forma para una historia digna del libro vaquero y ¿Qué paso después? pues amm... empezaron los gritos y una compañera interrumpió mi historia de a libro vaquero, llorando diciendo que todos ibamos a morir y así.

Intento salir al patio para ver que esta pasando y se rompe un vidrio enfrente de mi, inmediatamente después veo como entre unos cuatro intentan meter a Manuel, uno de mis compañeros todo ebrio y sin camisa pidiendo que lo dejaran en paz que el le rompía su madre a todos, después veo a Ulises con mirada de quieroputazos dirigiéndose hacía afuera mientras Alejandra lo intentaba detener, ya no eramos solo Sandra y yo, eran un chingo en el cuarto sometiendo a Manuel y a Ulises. Como nadie me prestaba atención, logré salir al patio, y ¿que encontré? pues encontré a mi amigo Piña en posición fetal y meciéndose y pues amm... muchos, muchos cholos afuera del portón gritando y pateando y claramente con la intención de sacrificar a alguien.

Después de golpes, pedradas e histeria colectiva por parte de todas las mujeres, llego una patrulla a dispararle a los malvivientes a controlar la situación y todo acabo. Cuando me explicaron que pasó, pues entendí  algo así como que Manuel fue a la tienda por más alcohol y en eso lo quisieron talonear dos cholitos, este, ebrio, no se dejo y les pegó y pues con dos chiflidos aparecieron muchos, muchos cholos que le pegaron y lo siguieron hasta la peda y pues ahí se armo la gorda.

Y pues me echaron a perder mi historia digna de libro vaquero con Sandra, por eso odio a los cholos.

Los odio tanto...

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