La primera vez que fuimos, nos atendió una señora que es la pura banda, es de esas señoras que mientras nos preparaba la comida y mientras la comíamos, nos platico toda su vida, de como enviudo, de como hizo sus maletas y con sus tres hijas y $500 pesos en la bolsa dejó Michoacán y se vino al estado de México, de como abrió su local, de como se casaron ya dos de sus hijas y de como la seducen y rechaza las propuestas de matrimonio de los hombres de otros locales jaja.
La segunda vez que fuimos, nos atendió esa misma señora y su hija mayor. Esa vez nos interrogo arduamente y nos pregunto a cada uno sobre nuestras vidas. Y estuvo chingueme y chingueme con que me iba a presentar a su hija la menor, porque le gustan los güeros. Me reí, y le dijé "¡Claro!" pensando que lo dijo por tres razones una, su hija era algo parecida a la de esta foto, dos, porque estoy bien pinche guapo ó tres, porque estoy bien pinche guapo.
La tercera vez que fuimos, sorpresa, estaba la señora y la más chica de sus hijas. Y definitivamente no estaba como la de la foto. Al contrario, estaba bastante bonita, bien rockerota. Yo me hice como que pendejo hablando por telefono y tardé en entrar. Cuando lo hice, ella iba de salida. Se fue con un tipo feo, de bigote tipo choche, de cabello largo y con el IQ seguramente equivalente a su edad, se subieron a su moto, el tipo volteo a verme, me guiño el ojo y acelero a la velocidad de la luz. Yo me senté en la banqueta a llorar unos minutos.
El tipo lucia exactamente así, EXACTAMENTE.
Sniff... me urgé una moto.
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