Aprende a recalentar con el huracán.

Bien, hoy aprenderán junto conmigo a recalentar comida y si todo sale bien; comerla. Y es que hoy, Salomé me trajo un poco de sus famosísimas albondigas. Lo malo fue que nos entretuvimos viendo una película y haciendo pendejadas y ya no me dio tiempo de decirle que me las calentara sniff...

Entonces, como todo macho alfa, tuve que arreglarmelas solo;


Primero, tuve que ganarle al recipiente con la mirada, dominarlo, que supiera quien mandaba.
Logrado lo anterior, lo abrí con cuidado, para cualquier tipo de sorpresa.
Al parecer todo estaba en orden.
Después olí el contenido simplemente para corroborar que tuviera tretrodotoxina, amatoxina, estricnina, compuesto 1080 ó peor aún; chile.
Ya corroborado lo anterior, saque un traste para colocarlas.
Un poco de fuego.
Bien, si llegamos hasta aquí, ya lo demás tiene que ser más sencillo.
Lo vaciamos todo.
Todo.
Ya vaciado todo, ponemos el cronometro de cocina edicion especial choche chef® para que nos avise en que momento regresar.
Sacamos un plato nais.
Metemos un cucharon para servirnos. No lo hagan con las manos, si no se quemarán.
Listo, al llegar a este punto no queda más que disfrutar.
mmm :)
Lo único malo es que si traían picante, y un chingo. Pero no podía dejar de comermelas.
Y después de toda la odisea anterior, hacemos lo que cualquier macho alfa haría; lavar los trastes. ¿si no? ¿todos los hombres bien hombres lo hacemos? ¿verdad?
Necesitaremos mucha espuma para éste trabajo.
Y ahora si, por fin terminamos.

No se pierdan la siguiente edición.

P.D. No autografio nada de su cocina. Tampoco fotos.