-Ya mejor, gracias. Bebí demasiado, quizás ese fue el problema- La miro y sonrío burlonamente. -Además creo que me afecto el ver a tantos corear lo que yo toda la noche.
-Algún día vas a tener que escoger, algún día... y... ¡Apurate! jaja ó mis papas no te van a volver a dejar salir conmigo y mañana no vas a poder ir a verme- Dijo ella, mientras lo apretaba fuerte de la mano.
-mmm... ¿y se supone que eso es algún tipo de castigo?
-Bueno, entonces no te apures.
-Eso voy a hacer- Dijo, mientras sonreía.
Ella se detuvo y él la miro.
-¿me quieres? ¿quieres que esté contigo mucho tiempo? ¿cambiaría algo?- Pregunto ella, con una especie de melancolía en sus facciones.
-No sé, no lo quiero averiguar. ¿y tú?
Y nadie le respondió, estaba hablando solo a mitad de la calle como muchas otras veces. Fingió una sonrisa y cerró los ojos.
-Ya estoy harto de esto.
Y siguio su camino. Como tantas noches pasadas.
FIN