-Me gustaría ser discreto pero aún así termino contándole mis pendejadas a un montón de gente loca de internet.
jueves, 28 de abril de 2011
Puterías.
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Jonathan
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9:24 p. m.
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Puterias
domingo, 24 de abril de 2011
¿No les he presumido?
Tanto sudor y lágrimas -heterosexualmente- han valido la pena. La semana pasada me gané mi cinta blanca en el Muay Thai.
Yo sé que en si, no es para pararse y aplaudir, lo sé. Pero es un avance. Y espero tener más, si sigo disciplinado, no me vuelvo a lesionar ó que no me valla pegar y lastimar mi violenta novia ó me gané la decidia.
Y por fin pueda someter al Mucha Lucha y hacerlo sentir lo que le hizo a mi tobillo y decir las mismas cosas que me hacía decir en la prepa y que por lo tanto causo un odio hacia la sociedad, resentimiento y baja autoestima en mi, sniff...
Por cierto, ya mañana a la uni después de una horrible, horrible semana de vacaciones.
Matenme =)
Y por fin pueda someter al Mucha Lucha y hacerlo sentir lo que le hizo a mi tobillo y decir las mismas cosas que me hacía decir en la prepa y que por lo tanto causo un odio hacia la sociedad, resentimiento y baja autoestima en mi, sniff...
Por cierto, ya mañana a la uni después de una horrible, horrible semana de vacaciones.
Matenme =)
Porque como diria Julieta Venegas, el presente es lo único que tengo...
Me gustaría volver al 2004, fue un gran año. En mi mundo -aún- no existía el internet, los blogs, Facebook, ni celulares, ni mensajes, ni twitter ni toda esa mierda. Las cosas eran más sencillas y generalmente se resolvian por si solas, las palabras salian por si mismas, no eran tan elaboradas ni tan ensayadas como lo son ahora.
Las cosas eran simples. Fáciles. El futuro no me preocupaba más de lo necesario y vivia en el momento. No podía pedir más; tenía una banda de rock famosa, mi novia era la hermana de mi mejor amigo y en ese entonces pensaba que ella era "el amor de mi vida", me habían corrido de mi casa y no vivia con mis padres, ya me habían corrido de dos escuelas, los días se iban de las manos entre risas y estupideces. Además no sabía y no había sentido ni la mitad de cosas que hoy sé y siento.
Hoy, las cosas por simple lógica han cambiado. He tenido que aceptar las consecuencias de mis acciones, he perdido muchas batallas pero sin perder de vista la guerra. Hoy tengo melancolia por los días que ya pasaron y que jamás podré recuperar.
Pero también hoy las cosas son mejores. Después de tantos años jugando a exceder el límite de velocidad, alguien hizo que quitará el pie del acelerador y disfrutara el viaje. ¿Quien dice que una persona no puede cambiarlo todo?
Vivo uno de los momentos más extraños de mi vida. Todavía no domino las artes adivinatorias, no podría decir si esto será para siempre, lo sabré el día que se termine. Mientras tanto, no puedo hacer otra cosa más que disfrutar el viaje.
Porque después de todo las palabras son lo único que me queda para jugar.
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Jonathan
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11:29 p. m.
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Catarsis
sábado, 16 de abril de 2011
Una noche normal.
Una noche normal, de un día normal entre Manu, Doby y yo. Es un vídeo reciente, fue después de que me acompañaran a buscar un regalo de cumpleaños.
Escrito por
Jonathan
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8:04 p. m.
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Amigos
jueves, 14 de abril de 2011
Me duelen las ampollas de mis ampollas.
Bien, aquí va la odisea;
Me fui a pie todo el recorrido del suburbano porque estaba hasta la madre de gente, llegué a Buenavista, y transbordé al metro que también estaba hasta la madre de gente, transborde un par de estaciones y hasta llegar a la estación Jamaica, como no conocía tuve que preguntar y caminar, hasta que llegué al Mercado Jamaica. Me metí al mercado, caminé entre los pasillos y busqué y busqué algo nais para dárselo a mi Karen, encontré un arreglo grande, muy grande, que tenia un aza para transportarlo, el problema fue que como el arreglo era muy grande, por ende era muy pesado y la fuerza de mis hombros es igual que el de una quinceañera con tuberculosis.
Así que como pude, cargué el arreglo y caminé de regreso al metro, volví a transbordar un par de estaciones para regresar a Buenavista. Llegando, noté como ya el tiempo no era mi aliado y mi situación era todo lo contrario, ya estaba contrareloj así que como me lo permitieron mi cuerpo deshidratado por el calor, mis hombros de señorita y mis piernas, corrí hacía la estación del metrobus para emprender la última parte de mi recorrido.
Cuando terminé de subir las escaleras de la estación para tomar el metrobus, oh sorpresa, ¿Que me deparaba el destino? un chingo de gente, de verdad, un chingo. Y ya saben ¿no? cuando uno tiene prisa, un minuto es eterno, bueno, aparte de la gente, el metrobus se tardo en pasar como quince pinches minutos, quince. Repito, yo ya estaba contrareloj así que en cuanto llegó el metrobus, apliqué la misma que el Mucha Lucha en el metro:meterme la mano a la camisa fingiendo traer un arma debajo de ella mientras espero que corran alarmados y así yo entrar cómodamente agarré mi arreglo de flores, me lo puse en la cabeza y me metí a la de si ó si empujando y haciendo a un lado a todos con mis débiles bíceps.
Y si, oh valla que me llevé mentadas de madres y amenazas de muerte. Y como repito, había un chingo de gente, no alcancé lugar sentado, así que me tuve que ir de pie todo el trayecto de 45 minutos, claro mientras con un brazo sostenia el arreglo que tenía en mi cabeza para que no se cayera y con el otro brazo me agarraba como teibolera del tubo para no irme de lado.
Obviamente como es lógico en todos los cuentos de esta índole, llegué tarde, no tan tarde, pero si me afecto, entonces cuando me bajé del metrobus, corrí a mi destino como si estuviera siendo perseguido por algún depravado sexual.
¿Y todo para qué? para que un pinche policia gordo apareciera frente a mí y me dijera;
Me fui a pie todo el recorrido del suburbano porque estaba hasta la madre de gente, llegué a Buenavista, y transbordé al metro que también estaba hasta la madre de gente, transborde un par de estaciones y hasta llegar a la estación Jamaica, como no conocía tuve que preguntar y caminar, hasta que llegué al Mercado Jamaica. Me metí al mercado, caminé entre los pasillos y busqué y busqué algo nais para dárselo a mi Karen, encontré un arreglo grande, muy grande, que tenia un aza para transportarlo, el problema fue que como el arreglo era muy grande, por ende era muy pesado y la fuerza de mis hombros es igual que el de una quinceañera con tuberculosis.
Así que como pude, cargué el arreglo y caminé de regreso al metro, volví a transbordar un par de estaciones para regresar a Buenavista. Llegando, noté como ya el tiempo no era mi aliado y mi situación era todo lo contrario, ya estaba contrareloj así que como me lo permitieron mi cuerpo deshidratado por el calor, mis hombros de señorita y mis piernas, corrí hacía la estación del metrobus para emprender la última parte de mi recorrido.
Cuando terminé de subir las escaleras de la estación para tomar el metrobus, oh sorpresa, ¿Que me deparaba el destino? un chingo de gente, de verdad, un chingo. Y ya saben ¿no? cuando uno tiene prisa, un minuto es eterno, bueno, aparte de la gente, el metrobus se tardo en pasar como quince pinches minutos, quince. Repito, yo ya estaba contrareloj así que en cuanto llegó el metrobus, apliqué la misma que el Mucha Lucha en el metro:
Y si, oh valla que me llevé mentadas de madres y amenazas de muerte. Y como repito, había un chingo de gente, no alcancé lugar sentado, así que me tuve que ir de pie todo el trayecto de 45 minutos, claro mientras con un brazo sostenia el arreglo que tenía en mi cabeza para que no se cayera y con el otro brazo me agarraba como teibolera del tubo para no irme de lado.
Obviamente como es lógico en todos los cuentos de esta índole, llegué tarde, no tan tarde, pero si me afecto, entonces cuando me bajé del metrobus, corrí a mi destino como si estuviera siendo perseguido por algún depravado sexual.
¿Y todo para qué? para que un pinche policia gordo apareciera frente a mí y me dijera;
Puta, en ese momento sentí la necesidad de sacar las llaves de la bolsa de mi pantalón y abrirle el estomago para bailar una polka sobre sus tripas, pero me dolían mucho los hombros y la mamá de Karen estaba ya a unos cinco metros de mi y todo mundo sabe que es imposible bailar una polka sobre las tripas de alguien cuando se esta adolorido además de que esta mal visto hacerlo frente a la mamá de tú novia.
Así que me tranquilicé, le dejé el arreglo a su mamá y fui a lo que iba; a ver a Karen. De pie, para variar. Después, me pudé sentar un rato mientras platicaba con su mamá y jugaba con las flores que tenía entre mis piernas.
Y ya, después de eso. Me regresé de la misma manera, subí al metrobus para llegar a Buenavista y de ahí tomar el suburbano. Ah! lo olvidaba, también de pie porque había mucha, mucha gente ¬¬
Me duelen las ampollas de mis ampollas, sniff...
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Jonathan
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12:01 p. m.
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Yo vs Universo
viernes, 8 de abril de 2011
Tú
jajajajajaajajajaajajaja
ajajajajajaajaajajjaaaaajajajaa
jjjaajajaajajajajaaj
....
jajajajajajaajajajjajaajaja
jaajajjajajajajaaaj
jajajajajajajajajjaajajaajajaajajaa (suspiro) ajajajajajajajaajajjajajjajjaaj
ajajajajajaajaajajjaaaaajajajaa
jjjaajajaajajajajaaj
....
jajajajajajaajajajjajaajaja
jaajajjajajajajaaaj
jajajajajajajajajjaajajaajajaajajaa (suspiro) ajajajajajajajaajajjajajjajjaaj
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Jonathan
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9:43 p. m.
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Catarsis
miércoles, 6 de abril de 2011
Yo sigo sentado.
Pues bien, le ganaste a esa horrible, horrible cosa. No esperaba menos de ti. Además me lo habías prometido. ¿Te confieso algo? varias veces estuve a punto de tirar la toalla, de tirarme en la lona mientras me cuentan hasta diez, pero no pudé. Si tú pasaste por tanto y me cumpliste lo que prometiste, sin flaquear en ningún momento ¿yo porque habría de tirar la toalla por trivialidades?
Siento una enorme desesperación el no poder hablar contigo en estos momentos porque sencillamente no se pude, pero todos los días estoy al pendiente de ti. Pero también ahora siento una fuerte admiración por ti, pero sobre todo, te amo con tanta intensidad como solo un tipo como yo puede hacerlo a una mujer con tantas cualidades, fuerza y paciencia como tú.
A partir de hoy, todo será más sencillo. Durante dos años para ti todo fue de subida, hace poco me uní a ti a la parte más difícil del recorrido. Pero a partir de hoy, todo será de bajada.
Te sigo esperando, sentado como te prometí, para no cansarme. ¿Quieres apurarte?
Siento una enorme desesperación el no poder hablar contigo en estos momentos porque sencillamente no se pude, pero todos los días estoy al pendiente de ti. Pero también ahora siento una fuerte admiración por ti, pero sobre todo, te amo con tanta intensidad como solo un tipo como yo puede hacerlo a una mujer con tantas cualidades, fuerza y paciencia como tú.
A partir de hoy, todo será más sencillo. Durante dos años para ti todo fue de subida, hace poco me uní a ti a la parte más difícil del recorrido. Pero a partir de hoy, todo será de bajada.
Te sigo esperando, sentado como te prometí, para no cansarme. ¿Quieres apurarte?
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Jonathan
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9:47 p. m.
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